Ecuador 23F: el correismo se quedó sin fiesta
Rafael
Correa siempre ha estado en campaña desde que asumió el poder en 2007,
el desproporcional rubro en el Presupuesto del Estado destinado a
Propaganda, ha superado a prioridades como la agricultura, la vivienda,
etc. En las elecciones del 17 de febrero de 2013 fue evidente el triunfo
de Correa y su mayoría en el legislativo, la campaña siguió de la mano
de la prepotencia y el autoritarismo, se presentó invencible y
arrogante, sobre todo porque en miras estaban las próximas elecciones
seccionales.
Ni a un año de su triunfo electoral de 2013, inició el proceso electoral para las elecciones de los gobiernos autónomos descentralizados, GADs. Los candidatos de Alianza País se impusieron a dedo, familiares de sus fieles servidores y otros reciclados de la llamada partidocracia, esto provocó fisuras internas y descontento en el movimiento de gobierno.
Ecuador se pintó de color verdeflex, se respiraba un aire asfixiante no solo por la “gobernabilidad” impuesta con leyes represivas y reaccionarias, sino por la cantidad de propaganda del partido de gobierno Alianza País, que tanto antes, durante y después violó el Código de la Democracia y la propia Constitución de la República.
Ni a un año de su triunfo electoral de 2013, inició el proceso electoral para las elecciones de los gobiernos autónomos descentralizados, GADs. Los candidatos de Alianza País se impusieron a dedo, familiares de sus fieles servidores y otros reciclados de la llamada partidocracia, esto provocó fisuras internas y descontento en el movimiento de gobierno.
Ecuador se pintó de color verdeflex, se respiraba un aire asfixiante no solo por la “gobernabilidad” impuesta con leyes represivas y reaccionarias, sino por la cantidad de propaganda del partido de gobierno Alianza País, que tanto antes, durante y después violó el Código de la Democracia y la propia Constitución de la República.
En cada barrio, pueblo o ciudad por más pequeña que fuera, estuvo inundada de verde, había en algunos casos más pancartas y gigantografías que habitantes. El bombardeo propagandístico llegó a todos los medios de comunicación, de forma ilegal se autorizó la promoción de obras del gobierno, el presidente utilizó cadenas para promocionar a sus candidatos, recorrió el país abusando de los recursos públicos con la venia del Consejo Nacional Electoral, CNE.
Correa suplantó a sus candidatos desde los prefectos, alcaldes hasta los miembros de juntas parroquiales, la consigna era “quien vota por el candidato X vota por Rafael Correa”, cada candidato de AP promocionaba su foto abrazado con el presidente, como quien abraza a un santo, pero lo local le superó y le pasó factura. Rafael Correa no tuvo un gobierno autónomo descentralizado (Gad) ejemplo para mostrarlo a la población, al contrario fueron las pésimas administraciones de AP: impuestos elevados, multas excesivas, represión, falta de obras, etc, que generaron el descontento de la población, y sobre todo en Quito se puso en evidencia.
A media campaña, Correa suspendió su recorrido nacional para ir en defensa de la capital que estaba siendo arrebatada por otro sector de la derecha el candidato Mauricio Rodas del movimiento SUMA. Rapidito bajaron las multas y quitaron los peajes, la desesperación fue tal, que Correa empezó a recorrer los barrios de Quito, “pidiendo de favor votar por su candidato Augusto Barrera”.
Los quiteños le dijeron no a una gestión incapaz de solucionar los problemas de la ciudad, le dijeron no al candidato Correa, no surtió efecto las cartas del presidente hacia su militancia y a los quiteños pidiendo el voto por su candidato a la alcaldía de Quito, ni las amenazas de renuncia sino lo hacían, se diluyeron sus discursos de supuesta desestabilización del gobierno, de complot internacional, etc., fue el presidente el candidato a Alcalde y perdió.
El centro político del Ecuador es Quito, desde ahí el viraje del electorado tuvo su influencia para todo el país, la votación a favor de Rodas, candidato ganador a la Alcadía de Quito, no es en su mayoría en su respaldo, sino el hartazgo a una práctica autoritaria del poder.
Este 23 de febrero 23F, Rafael Correa fue derrotado, un voto castigo debido a la prepotencia y autoritarismo, a la criminalización de la protesta, la violación de los DDHH, la política extractivista, la explotación del Yasuní, los despidos, el Código Penal punitivo, la persecución política, solo para recordar algunos casos: Clever Jiménez, Mery Zamora, Los 10 de Luluncoto, Pepe Acacho, Fernando Villavicencio, Martha Roldós, Carlos Figueroa, el caricaturista Bonil, etc., los presos políticos: los profesores Xavier Cajilema, Paúl Jácome y el dirigente estudiantil Edwin Lasluisa.
En el Ecuador luego del 23F hay otro aire, como que se puede respirar mejor, pero no es suficiente, hay una nueva correlación de fuerzas, si bien la derecha representada por el correismo perdió en las principales capitales de provincia otro sector de la derecha recupera terreno y se alza con las alcaldías de Guayaquil, Machala por el PSC, Santo Domingo de los Tsáchilas, Quito, Portoviejo, Guaranda por SUMA; Latacunga, Ibarra y Ambato por AVANZA (socialdemocracia, cercano al gobierno), entre las más importantes.
La izquierda por su lado, logra importantes triunfos a pesar de haber sido el blanco principal de ataques del gobierno correista, el MPD mantiene la prefectura de Esmeraldas, en las provincias de Morona Santiago y Orellana con Pachakutik, en Cotopaxi y Zamora Chinchipe por la unidad MPD-PK y el movimiento Participa en Azuay. Además el MPD Y PK lograron representación en varios cantones provinciales.
Rafael Correa perdió lo que eran sus bastiones electorales: Azuay, Imbabura, Manabí, Quito, El Oro y sus reductos:
De las 10 ciudades con mayor población, apenas ganó en Durán
De las 24 capitales de provincia, perdió en 20
De las 23 prefecturas y viceprefecturas provinciales perdió en 14
Los resultados electorales de estas elecciones permiten entrever que se rompió el mito de la invencibilidad de Correa. La derrota es general, perdió en todo, todito el país, se quedaron sin fiesta y sin tarimazo bailable, las caras largas y de acontecidos de su gabinete ministerial y sus colaboradores lo decía todo. A pesar de las cifras, el Presidente testarudamente insiste en no reconocer su derrota y llama a sus opositores de derecha a la mesa, fustiga a la izquierda, reclama a su propio movimiento dejar de lado el sectarismo sino se marcha de AP, en sus pataleos retoma la reelección indefinida, que desde ya sus asambleístas preparan reformas constitucionales en ese sentido, en fin, cólera de un aprendiz de dictador. Estos resultados significan que ya no son la fuerza hegemónica.
No hay duda que tenemos un nuevo escenario político en el país, que introduce elementos ideológicos importantes, un escenario favorable para recuperar el derecho a la resistencia y la vigencia de los derechos humanos en el Ecuador. La Unidad de las Izquierdas tiene un reto importante, ser la alternativa!
Karla Calapaqui
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