Del atún y el odio

Por @dayumaec

Karla Calapaqui Tapia

Intento encontrar alguna justificación a la “protesta”, que supuestos damnificados del terremoto de Manabí y Esmeraldas, realizaron el pasado 24 de febrero de 2017, en la ciudad de Quito, frente a un banco y la sede de un movimiento opositor al gobierno, pero la verdad es que no encuentro.

 Me pregunto ¿Cuánta gente pasa hambre? ¿Cuántos hemos visto personas buscando comida entre la basura? Según el Fondo de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en América Latina cerca de 50 millones de personas viven con hambre. En nuestro país el padecimiento de hambre alcanza el 16.3%. Datos de Unicef señalan que el 24% de niños de 0 a 5 años en el Ecuador sufren de desnutrición crónica, 1 de cada 4 niños, aproximadamente medio millón de niños.

 La estupidez humana desperdicia la comida, en este caso porque al gobierno se le ocurrió hacer una "protesta". Los gritos de "esto no es pagado, Lenin se lo ha ganado" acompañaron a este acto deplorable, lanzaron latas de atún, que al parecer serían donaciones del exterior, botaron colchones, ropa. De ser cierto, sería gravísimo que donaciones no hayan llegado a su destino: los afectados por el terremoto del 16 de abril.

 Es deplorable lo de los atunes, pero más allá de eso, esto tiene una connotación de odio ¿hasta dónde queremos llegar?, quizá a quemar libros que no van en la línea de pensamiento del gobierno?  Lo uno es renegar del alimento para la sociedad, lo otro del conocimiento para la sociedad. Y creo que lo segundo de alguna forma ya lo vivimos, al censurar libros incómodos, al romper periódicos, bloquear cuentas de redes, al señalar a opositores políticos y sociales para que, como dice el presidente Correa, en la calle los reconozcan y les linchen. Acciones incendiarias que desde el gobierno se orquestan.

 La desesperación por el poder le hace llegar muy lejos y muy bajo. Tendremos una segunda vuelta electoral con una campaña de las más sucias que se verá en la historia del país, querrán aprovecharse de los damnificados del terremoto, de las necesidades del pueblo ecuatoriano y ofrecerán de todo para que votemos por uno u otro candidato.

Sentimos indignación al ver desperdiciar comida, en un país donde hay miles que se van a la cama sin un pan. Nuestros mayores en su sabiduría decían “no hay que soberbiar la comida o dios te castiga” en mi caso diría: la Pachamama te castiga. Este ha sido un acto de menosprecio a los pobres, de burla con los damnificados, de soberbia y de miseria en un país afectado por la crisis, el desempleo, la pobreza.

El grupo de personas que se hicieron pasar por damnificados han sido desenmascaradas en redes, son militantes del movimiento Alianza País, funcionarios públicos, que cada vez que es necesario realizar acciones vandálicas, violentas, de confrontación o simplemente para demostrar el apoyo popular, son traídas a la capital.  La decadencia del correismo se refleja también en este tipo de actos, se ha utilizado el dolor y sufrimiento de los damnificados del terremoto para un fin polítiquero.

No podrán confundirnos, el pueblo manabita y esmeraldeño lleva la resiliencia en las venas, siempre nos reciben con cariño y hospitalidad, son gratos, reconocen la solidaridad de miles de ecuatorianos que acudieron de inmediato, que entregaron una lata de atún, una ropita, agua y como dice un tuit de @sinburka "les entregamos nuestro corazón".  Los que participaron lo hicieron como un deber humano y jamás osarían sacarles en cara, ni condicionar esa ayuda. No podemos dejarlos solos en este momento en que el régimen los revictimiza para sacar provecho electoral.

También es necesario señalar que el odio al correismo ha cegado a algunos, hay que rechazar las actitudes y opiniones que en ese sentido se dieron, como la de un vicepresidenciable ahorcando borregos.  Creo que lo más grave es que Correa nos deja una herencia de odio y desprecio visceral, no lo podemos permitir!

Finalmente, el Presidente Correa señaló que “todo Manabí” le ha dado su apoyo, el abogado manabita Pablo Cornejo recordó lo que le ofrecieron a esta provincia: “Refinería del Pacífico, el Puerto de aguas profundas, el aeropuerto intercontinental, la ruta Manta-Manaos, el agrocentro en Portoviejo, la vía costanera Complementaria de la ruta del Spondylus, inundaciones nunca más en Chone con el Proyecto Propósito Múltiple, la autopista Montecristi Guayaquil, Unidad educativa del milenio en San Eloy de Montecristi, el desarrollo de la producción agropecuaria y la agroindustria en toda la parte rural de la provincia, el teatro para la capital Manabita, el puente de Las Gilces para unirse con Crucita, y, lo más grave, la reconstrucción y reactivación económica por el terremoto....Todo ha sido mentira...y así vienen a pedirnos el voto ratificando que todas esas ofertas se van a cumplir... Manabí ha sido víctima del más grande timo en toda su historia…”