La jueza Karen Matamoros no me representa
Por Karla Calapaqui Tapia
El Ecuador ha vivido una década
de impunidad. Autoridades de
instituciones públicas han inobservado
la Constitución y la ley, no han entregado información, no han cumplido con su
deber. Así por ejemplo, el Ministerio de
Educación, entregó al año información solicitada por un asambleísta, sobre la
situación de tortura de estudiantes del Colegio Mejìa, esa ha sido la tónica,
el gobierno se ha blindado.
@dayumaEc
La Asamblea de mayoría
oficialista no ha fiscalizado, la justicia se ha hecho de la vista gorda ante
denuncias de corrupción; un Consejo de Participación Ciudadana y Control Social
que ha sido alcahuete de la corrupción y el palanqueo y, un Contralor que ha
sabido cotizarse con los archivos de casos de corrupción y que, seguramente es
gracias a esto que “ganó” el concurso para esta función, no han sido
suficientes 10 años en este cargo, viene por 5 años más.
La sociedad civil, periodistas de
investigación se han puesto a la cabeza y han ejercido la tarea de
fiscalización, exigiendo respuestas al poder sobre los actos públicos. Es así como en 2015, personalidades de un
alarga trayectoria de honestidad, transparencia y lucha contra la corrupción
conformaron la Comisión Nacional Anticorrupciòn integrada por “Jorge Rodríguez,
Julio César Trujillo, Isabel Robalino, David Rosero, María Arboleda, Simón
Espinosa, Ramiro Román, Germán Rodas Chaves, Byron Celi, Gustavo Cedeño, Mario
Unda, Hernando Morales y el padre Fernando Vega”
“El 18 de febrero de 2016, la
Comisión Anticorrupción presentó en la Fiscalía una denuncia por un supuesto
sobreprecio en el avalúo de un terreno para la Refinería del Pacífico”. En
noviembre del 2016, el Contralor Polit presentó una querella por calumnias
contra 9 de los comisionados anticorrupción: María Arboleda, Byron Celi, Simón
Espinosa, Isabel Robalino, Germán Rodas, Ramiro Román, Julio César Trujillo,
Juan Vega y Jorge Rodríguez. Hombres y
mujeres que oscilan entre los 50 a 99 años.
No sorprende porque en el Ecuador de Rafael Correa se persigue a los
honestos y se homenajea a los corruptos.
El día de la lectura de la
sentencia, pude ver a la jueza Karen Matamoros, se encontraba en el centro de
la mesa, nerviosa pero a la vez, presumida desde su posición de poder, su
seguridad a un costado impedía cualquier fotografía. No sabía por qué no iniciaba el proceso, en
eso, entró apurado el secretario con una botella de agua para la jueza. Ahora sí, empezó la lectura de la sentencia,
la jueza Matamoros demostró que no sabía, ni entendía lo que leía, cada párrafo
se detenía y bebía un sorbo de agua para
pasar la angustia. Las sentencias llegan
hechitas, para que los jueces no se fatiguen.
¿Cómo es que llegan a ser jueces? ¿Cómo es que en el concurso de méritos, la entonces fiscal Karen Matamoros salió como psicológicamente no idónea? No sabemos cómo, pero ahora es jueza. En qué manos está la justicia! terrible.
¿Cómo es que llegan a ser jueces? ¿Cómo es que en el concurso de méritos, la entonces fiscal Karen Matamoros salió como psicológicamente no idónea? No sabemos cómo, pero ahora es jueza. En qué manos está la justicia! terrible.
No, jueza Matamoros, usted no
representa a las mujeres ecuatorianas, y me tomo el atrevimiento de decir en
plural, que no nos representa. Se estrenó con una condena a los comisionados
anticorrupción y los acusó de “autores directos del delito de calumnia y los
sentenció a cárcel y pago por daños y perjuicios”. Jueza Matamoros usted no actuó apegada a
derecho, no impartió justicia, sino que agachó la cabeza y cumplió lo que le
mandaron hacer.
Que existe mayor participación de
las mujeres en cargos públicos, puede ser cierto, pero ¿Cómo han contribuido a
que se avance en derechos, no solamente de las mujeres, sino de todos?. Tres mujeres han encabezado la Asamblea
Nacional y es cuando mayores retrocesos en derechos hemos tenido. Por otro
lado, juezas impresentables que solo han demostrado sumisión frente al poder y
lectura de sentencias para complacer a quien maneja la justicia en este país.
No nos representan las mujeres
que desde sus cargos han demostrado sumisión al poder, obediencia y que
mediante sus acciones u omisiones han permitido que reine la injusticia y
campee la corrupción.
El comisionado Simón Espinosa
señaló que "ojalá los jóvenes sigan el ejemplo de nosotros los
viejos", que sea esta frase un eco en toda la sociedad, y ojalá otras
mujeres sigan el ejemplo de Isabel Robalino (99 años) y María Arboleda y muchas
otras, esas son mujeres que necesita este país, honestas, insumisas,
transparentes.
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