Correa "feminista"

Por Karla Calapaqui T.
@DayumaEc

Resumen Enlace 466, 12 de marzo de 2016
Definitivamente, o no toma la medicación, o no está haciendo efecto.  Rafael necesita un “estatequieto” urgente.
Informó que en los próximos días arrancará la agenda oficial que lo llevará a Nueva York y Chicago donde presentará el documental “The Royal Tour”, en el cual, él mismo (¿quién, si no?)   guía a los turistas por Sierra, Costa, Oriente y Región Insular.

Luego, raudo y versátil, se desplazará al Vaticano donde disertará sobre una nueva encíclica con lo cual aportará con sus sesudos criterios al documento de la doctrina católica. ¡Un invaluable presente del papanatas criollo al Papado romano! ¿Cuánto cuesta y quién paga? Poco importa, es el precio que hay que pagar por tener en el poder al mismo “elegido”.


No perderá la oportunidad, se sabe, para desmentir los falaces argumentos de “los mismos de siempre”, los “atrasa pueblos”, los “sufridores” que no cesan de reprocharle tanto derroche y fanfarria a pesar que Rafael se  justifica “yo me reduje el sueldo a la mitad”, que “he recibido cerca de dos mil regalos con informe del Contralor”, que “no almuerzo ni vivo en Carondelet”.


No dirá, tampoco,  que no existe organismo contralor, que no es el sueldo lo que cuenta y que poco representa en el presupuesto los gastos de comida, luz y agua en Palacio cuando, en contraparte, la casa de gobierno es el escenario para cenas de mantel largo y carísimos platillos con el gabinete ministerial, deportistas nacionales y karaokes con Bosé y cuanto artista nacional o internacional quepa en el exquisito gusto musical del presi. Tampoco dirá que ni los pensionistas impagos ni los enfermos oncológicos de SOLCA  no tienen acceso a tan exquisitas tertulias.

Correa ha señalado que va a desmontar las mentiras sobre la criminalización de la protesta social “un desadaptado le lanza una roca a un policía, se le enjuicia y dicen criminalización”.  No cabe duda que lo hará, lo viene haciendo cerca de 5 sabatinas consecutivas negando los más de 700 ecuatorianos perseguidos y judicializados en estos nueve años de gobierno.

Al referirse al tema educativo, señaló que las élites tienen a sus hijos en colegios privados como la Condamine (¿Ahí no estudiaban sus hijos?), el Alemán o en el exterior;  y que la educación ni de Canadá ni de Estados Unidos se compara con la educación ecuatoriana. Frente a un escenario tan maravilloso cabe preguntar: ¿Cuántos de sus ministros, asesores, gente de su círculo cercano y él mismo, tienen a sus hijos estudiando en instituciones educativas públicas? ¡Ninguno! ¡Pura hipocresía!

También habló de SOLCA y de la politiquería de los directivos de esta institución.  Insistió que es falso que se les adeude dinero y que “si les cuesta tanto sacrificio ser samaritanos con plata ajena que le pasen los hospitales” pues él sí sabe cómo administrarlos. Seguramente, con la misma eficiencia con que se ha administrado el IESS o cualquiera de las empresas que fueron incautadas por el gobierno y ahora se encuentran en franca bancarrota. Acotó que mientras los directivos de SOLCA no le pidan disculpas de rodillas por osar reclamar los dineros adeudados “no los recibiré mientras no me aclaren este periodicazo… es pura politiquería” y acto seguido dio una cojuda explicación sobre la crisis “entiendan las circunstancias que está pasando el país, he gobernado un año el país sin un centavo de ingresos petroleros, todos tenemos que ajustarnos un poco el cinturón”.  Olvidó mencionar que en ocho años de boom no se preveyó una baja en el crudo y no ahorró un centavo para las épocas de vacas flacas. En definitiva, que los enfermos oncológicos no reciban quimios ni radioterapias, que se abstengan de terapias para paliar el dolor y simplemente ¡se amarren los cinturones! Infame.

No podemos, no debemos olvidar que la crisis no obedece a que “el mundo nos ha fallado” porque un administrador diligente no sujeta la economía de un país a los vaivenes de los precios internacionales del crudo,  no gasta sin ton ni son en un festín petrolero sin precedentes que, además, benefició solo a las élites y desperdigó unas cuantas migajas a los otros sectores.  Hoy, en su manifiesta ineptitud para resolver la crisis, responde imponiendo recortes a sectores sensibles como la salud y la educación y socializa la pobreza a los sectores más desposeídos y vulnerables.

Y se declaró “feminista”

Tradicionalmente ha aseverado que a él no le gusta ni el día del árbol, ni del niño ni ninguna de esas cosas, pero hizo una excepción con el “Día Internacional de la Mujer”, se notó que le costó, pero hizo un esfuerzo y mandó “un abrazo a las mujeres de la patria y trabajadoras”, mientras de fondo se escuchaba música de Arjona.
“Yo me considero feminista, a pesar de ciertas feministas…pero no creer que somos iguales, que el género es una construcción social y esa doctrina medio novelera de los últimos tiempos…”.  En resumen, un feminista bien sui géneris, o sea bien machista o, como dijo una asambleísta de su bancada: “sumisa pero por las luchas de las mujeres”.

Un “feminismo” que, por una parte cuestiona los concursos de belleza y, por otra, en cada sabatina,  recurre a la violencia sutil de resaltar permanentemente los rasgos físicos de las mujeres, de acuerdo a estereotipos estéticos predominantes mientras los camarógrafos de los enlaces le hacen juego enfocando primeros planos de féminas del gusto del presidente.
También aludió a las mujeres agredidas por la seguridad turca porque indefectiblemente las mujeres somos quienes provocamos, buscamos al perpetrador y luego fingimos ser víctimas.  Señaló que “cuando le hicieron el escandalo a Erdogan que actuó muy mal la seguridad turca, pero hubo provocación,  son agitadoras…ahí sí van hasta Marte a quejarse”.  Malcriadas, provocadoras, agitadoras, es la forma de justificar la agresión, de decir y reproducir el machismo, algo así como “le pegué porque se portó mal, se lo merecía”.

Consistente con su concepción misógina y patriarcal agregó que “buscamos luchas imposibles, cosas bastante cuestionables, ¿defender derechos de la mujer es defender el aborto? …defiendo al derecho a la mujer no nacida, nadie más indefenso que el no nacido”.  No cabe dentro de su machismo entender que el aborto está en la escena pública, que no es un problema per se sino que se convierte en problema bajo condiciones de riesgo pues, aunque TODAS las mujeres abortamos, son las mujeres más pobres las que se complican, las que mueren, las que van presas.  El aborto en condiciones de riesgo se constituye en la segunda causa de mortalidad femenina.

Nada más misógino que decirse feminista y cuestionar las reivindicaciones de las mujeres con una cátedra de machismo.
Los niños que venden en las calles, los trabajadores, los que sufren de desnutrición, ¿qué ha hecho por ellos?, ¿acaso también no están indefensos? Ahí calla. “Doctrinas estrafalarias, como que si el género no viene determinado por el sexo sino una construcción social, ay Diosito, como académico no paso esas cosas… Les apuesto en una isla desierta el par de jóvenes, la mujer tiende a comportarse de una forma y el hombre de otra forma, pero quieren eliminar éso”.  Lo homofóbico le sale por los poros, no le cabe otra opción que no sea:  hombre que sea hombre y “parezca” y, mujer que sea mujer y “parezca”.
Y para finalizar, señaló “con esas posturas (feministas) no estoy de acuerdo, pero que viva el día de la mujer”.  ¡Cuánta hipocresía!

Correa ha rechazado siempre la ideología de género, las posturas feministas y ha hecho gala de una violencia verbal y física contra las mujeres. Ha sido una constante en sus presentaciones públicas y, es de imaginar, que su posición en el ámbito privado no sea diferente.  “Gordita horrorosa, cállate majadera, coloradita, mediocre, mafiosa, tirapiedras, malcriadas, tipas, ¡qué minifaldas!, ¡qué piernas!, etc” son algunos de los adjetivos que ha usado Rafael Correa para referirse a periodistas, maestras, dirigentes sociales, opositoras políticas y ciudadanas en general que han cuestionado a su gobierno.

Dijo que la violencia de género es pura novelería. A nadie soprende tal aseveración.  ¿Qué podemos esperar si su actitud y políticas han permitido la impunidad de la violencia de genero?

Cada vez que abre la boca para referirse a la mujer es una apología a la violencia. Y lo hizo una vez más en el enlace 466 al señalar que “cuando vienen gritonas del MPD …me dan ganas de darles un cocacho y que se callen”.  Así nos quiere calladitas, juiciositas, sumisas. Caso contrario, seguirá deslegitimando  nuestras luchas, persiguiendo, hostigando, estigmatizando. Añadió que  “hay feministas de verdad y feministas extremistas”.

Es claro que las feministas de a de veras son las funcionarias de gobierno que callaron cuando el Presidente les dijo  “no” a la despenalización del aborto por violación y las sancionó por traidoras e irse contra sus creencias, aquellas que dicen “sí ” sin pensar ni chistar; las que como todo argumento agachan la cabeza y dicen “toda la razón señor presidente, mil disculpas señor presidente”.

Las “extremistas”, por otro lado, son las “malcriaditas, las “bravuconcitas”, las “gordas horrorosas”, las “coloraditas”, las “politiqueras”, las “majaderas”, las que defienden la igualdad dentro de la diversidad, las que luchan por la jubilación a los 25 años de aportación,  las que levantan su voz contra el cierre de las casas de acogida,  las que exigen justicia para Vanessa, para Karina, para Marina y María José, las que gritan “asesino” al asesino Erdogan, las que defienden la pachamama, las que velan por el cumplimiento de los derechos de la naturaleza, las campesinas, las indígenas que cierran carreteras y proponen soberanía alimentaria, presupuesto para el agro, las estudiantes que exigen derecho a la universidad, las maestras que se resisten a la visión carcelaria de la educación;  en sí, las mujeres insumisas que en el Ecuador, si no se ha enterado Rafael, han hecho historia.